
El linqueño perdió 2-0 contra Libertad de Sunchales y se despidió en semifinales del Torneo Argentino B, ante una ovación de la Nº 1 que llegó en gran número a Sunchales.
El partido comenzó con El Linqueño como personaje principal, ya que se llevaba por delante a Libertad, pero sin crear situaciones claras. El equipo de Meske encontraba los espacios en el medio campo, donde se hacia dueño de todos los rebotes a través del “turco” Ale que cortaba y distribuía rápido hacia fuera para la subida de Germán Díaz y Martín García.
El equipo de la cuenca lechera no se podía acomodar en la cancha, ya que la embestida linqueñista era intensa desde el campo de juego y desde la tribuna que estaba decorada con una infinidad de banderas azules y blancas que ondeaban al ritmo de las 300 personas que llegaron hasta “El hogar de los tigres”.
A los 22 minutos el delantero Antonelli cayó en el área producto de un empujón que le propinó Fischeto y el árbitro Vallejos no dudó en cobrar penal. Era la gran posibilidad de ponerse en ventaja, pero Baigorria le contuvo bien el penal junto a su palo izquierdo al Maxigol.
Luego de esto Libertad se ubicó un poco mejor, pero la manija del partido la seguía teniendo el equipo de nuestra cuidad. A los 37 lo tuvo nuevamente el albiazul cuando Ale robó una pelota en el medio campo y puso un pase en profundidad a Luciano Millares que corrió casi 30 metros con pelota dominada, pero cuando llegó cara a cara contra el arquero no pudo definir bien, ya que venia mal pisado por pelear la posición con un defensor.
Dos minutos más tarde, a los 39, Fragata engancha en el área y Rubén Gómez toca la pelota con la mano al barrer. Claro penal que es sancionado por el árbitro “Chaqueño” y ejecutado por Dantoni, que lo cambio por gol con un remate a la derecha de el “Mono” Vallejos.
Lo que se plasmaba en el marcador no era la verdad del partido, pero esto es fútbol y no existen los merecimientos y una prueba clara de lo que digo fue a los 48 minutos cuando se moría el primer tiempo. Rivoire, uno de los mejores jugadores de El Linqueño durante todo el torneo, junto a Millares y a Vallejos, pierde una pelota dividida en el medio campo y Vera desde 30 metros remata. La pelota pega en el travesaño y pica cerca de la línea, pero no se pudo determinar si adentro o afuera (a sacarse la duda por TV). El árbitro a instancia del asistente convalida el gol y en ese momento todos los jugadores linqueñista se fueron encima del juez de línea Gustavo Muchutti, que fue rodeado por efectivos policiales.
El árbitro Vallejos viendo que el partido se le iba de las manos dio por finalizado en primer tiempo y el vestuario convalidó el gol e informó que expulsó a Alonso y a Meske.
En el segundo no pasó mucho, el albiazul tenía el control del balón, pero llegaba sin profundidad, Libertad estaba muy tranquilo y tenía todo controlado. De esta manera los minutos pasaban y el partido se iba y la Nº 1 seguía alentando a pesar de la derrota, la clasificación era de Libertad, pero la fiesta estaba en la tribuna de El Linqueño. Globos, banderas de todos los tamaños, papeles, bombos y el aliento ensordecedor.
Cuando el encuentro ya culminaba la Nº 1 invadió el campo y el partido se terminó. La policía interpretó bien el gesto de los hinchas y manejó con inteligencia la situación al entender que solo querían un recuerdo de los jugadores. El equipo se fue ovacionado por la gente que entre palmas, ojos brillosos y voces afónicas arrojaron un mensaje. Nunca estarás solo !!!