
Nota: gentileza de La Posta Semanal
La quinta es un escenario ideal para, además de respirar aire puro, hablar un buen rato de fútbol. La previa perfecta: Cayetano Rodríguez cebando mate y regalando conceptos de aprendizaje y Walter Tamer compartiendo y sumando a la hora de analizar la cuestión. Esta vez el personaje a escuchar es manager albiazul. Un hombre de fútbol con muchos años de trayectoria que empezó con un repaso a modo de balance: “Uno cuando empieza a hacer los balances y ver todo el año, se siente tranquilo. Creo que esa es la palabra: Tranquilo. Creo que esa es la palabra: tranquilo, porque uno eligió un grupo de trabajo y de jugadores que dieron el máximo y cuando da el máximo y no consigue el objetivo lo único que puede sentir es frustración. No fracaso. Ese es el sentimiento del hincha de El Linqueño, de los jugadores, de los dirigentes, del cuerpo técnico”, arrancó Tamer.
- ¿Qué sentiste cuándo el lunes el apoyo al proyecto fue unánime?
- Sí, es verdad. El apoyo fue unánime y eso es muy bueno y algo que no ocurre en cualquier club. Porque cuando uno siente el sabor de la derrota se piden cambios a gritos y yo creo que hay que cambiar muy pocas cosas. Estuvimos a nada de conseguir el objetivo y si bien sabemos que es muy difícil lograr el ascenso estamos ubicados en una categoría muy difícil del fútbol argentino. Y los crecimientos a veces cuando soy muy de golpe se desmoronan rápidamente. Y Nosotros en los dos últimos años fuimos creciendo con pasitos seguros.
- ¿En qué etapa están del proyecto original?
- Estamos en una de las tantas etapas. Paralelamente de lograr siempre el objetivo de subir el tema de las inferiores tuvo un crecimiento notable. Hemos arrimado muchos jugadores al club y varios de ellos muy buenos. Tenemos cinco o seis jugadores que tranquilamente pueden estar jugando en cualquier equipo de Buenos Aires. De ir y jugar, de ir y ponerse una camiseta y jugar el sábado. Pero tampoco los queremos llevar ahora. Necesitamos que sigan creciendo, que sigan creciendo los grupos porque si nosotros sacamos a esos chicos se van debilitando los grupos. Y nosotros queremos que los grupos sean fuertes que los jugadores crezcan a la par del grupo individual y colectivamente. Queremos que vayan conociendo el juego que es lo que los va a catapultar a una categoría superior, al profesional o quizás al fútbol europeo. En eso estamos, muchas cosas las hacemos en silencio. Nosotros no salimos a decir en los diarios que nos visitan técnicos. Al club han llegado cuatro o cinco técnicos extranjeros y nadie se enteró. Lo tengo que decir yo y salir a poner que vinieron empresarios a ver jugadores. Eso pasa permanentemente, lo que ocurre es que yo no llamo a los medios a decir “vengan que acá esta el técnico del Brujas de Costa Rica”, como vino el domingo.
-¿Y no será conveniente el llamado a la prensa?
- No, porque no nos interesa. Para ver lo que esta pasando hay que ir al club. Si yo le cuento a la gente, lo lee y dice “mira que lindo”. No, hay que ir al club y ver. Yo quiero que la gente se acerque al club y vea lo que esta pasando.
- ¿Dan ganas de ir al club?
- Seguro, claro que dan ganas. Uno ve el verde, los arcos, las redes, los pibes y dan ganas. Yo estoy en Buenos Aires y me dan ganas de venir a ver los entrenamientos de los chicos, ver esos cinco que son de otro nivel. Pero vamos despacito. Este año debutaron muchos pibes en la primera con “Cacho” Rodríguez en un equipo de elite. Porque si mañana se van todos, debutan veinte. Pero queremos que debuten con conocimiento, que cuando les toque jugar, como les tocó a Barraza o Trecco, hagan las cosas como las hacen los de primera.
- ¿Cómo se sigue con la empresa?
- Con la empresa seguimos charlando desde el mismo día del partido. Es difícil, hicieron una inversión gigantezca y con el dinero que puso en estos seis meses hubiesen comprado los 20 mejores jugadores que tenemos. Y se lo hubiesen llevado. Y nosotros hubiésemos dicho que sí. A los jugadores los tenemos nosotros, están creciendo con nosotros, si mañana la empresa se va no se lleva nada porque esta estipulado en el contrato. Hemos logrado una cantidad de dinero imposible para un equipo del interior. Porqué sé que a los clubes del interior con cuatro monedas les llevan a cualquier jugador. A mí no me engañan, pueden poner cualquier cosa, pero los números del fútbol los conozco. Y si vengo con cuatro monedas a un equipo del interior del Argentino A o B, me llevo lo que quiero. El caso de Alustiza es un ejemplo: fueron a Santamarina con 20 mil pesos y ahora el chico juega en España. Y lo mismo hacen todos los clubes, vienen le llevan los jugadores, pagan un mes la luz y los jugadores no están más. Nosotros trajimos una empresa que puso un cuarto de millón de dólares y los jugadores los tenemos nosotros.
- ¿Y en el fútbol profesional?
- Tratar de mantener el grupo. Eso depende de la continuidad de la empresa, porque son sueldos imposibles de pagar. Si no está la empresa no vamos a poder mantener a estos jugadores. Porque cualquiera de estos jugadores de El Linqueño puestos en un equipo de Nacional B juegan. Muchos han llegado por una amistad conmigo y se los agradezco. Les agradezco lo que entregaron. No les pude agradecer por la tristeza de un vestuario tan disperso. Porque en Sunchales me pasó que estábamos todos en el mismo vestuario y se los agradecí, pero el domingo porque estábamos dispersos y tristes. Sólo agradecí individualmente porque entregaron todos. Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes, hinchas todos entregamos lo que teníamos que entregar. Los únicos reproches hay que hacerlos de manera individual: qué me falto hacer para lograr el objetivo. Yo no le voy a reprochar a “La vieja” porque no salvó un gol en la línea o no metió un penal porqué él se lo va a reprochar solo a eso. Fabio se reprochará lo que hizo, Cayetano hará lo mismo y cada jugador lo mismo. Yo me haré cargo de lo mío.
- ¿Y hay mucho para reprochar?
- Creo que no. Siempre cuando uno hace los análisis tienen pequeños detalles que reprocharse, que cuando se juntan pueden ser muchas cosas porque uno pasó en enero, otro en marzo, otro en diciembre; y no el mismo día. Y no hay mucho para reprochar. Si todos sabemos que jugarán la final dos equipos que no fueron superiores a nosotros.