Esta semana la empresa que permanecía en El Linqueño dijo adiós y ahora llegó la hora de hacernos cargo nosotros de todas las circunstancias que se puedan llegar a generar. Lo bueno de esto es que el León sigue teniendo el 100 por ciento de sus jugadores porque la sociedad privada no cumplió con todo el contrato vigente, lo que hizo que sea un beneficio para el club.
Lo negativo es que el plantel deberá soportar la reducción de sus salarios y superar esta etapa que genera dudas en cuanto a futuras instalaciones, inferiores y demás, pero que tendremos que ponerle el pecho como siempre lo hemos hecho. Todo volverá a ser a pulmón.
Estas cosas que se generaron quizás influyeron en el presente que tiene el plantel pero que a partir de ahora sabe como son los pasos a seguir y cada jugador deberá demostrar quien lleva la azul y blanca bien puesta porque ahora más que nunca habrá que sentirla en la piel.
Por otro lado el lunes enfrentaremos a Defensores de Salto a partir de las 16 hs esperemos que la gente acompañe más al equipo pero para esto se tiene que mostrar otra actitud en los dirigentes en bajar el precio de las entradas, que son muy costosas, y en los jugadores que pisen el césped porque llevan una camiseta con mucho peso para la historia de nuestra ciudad y más aún para el corazón del hincha.