El Linqueño ganó 2-0 ante Deportivo Maipú en condición de local y demostró que está más vivo que nunca a pesar de los obstáculos que le ponen en el camino. Los goles los convirtieron Luciano Fredes y Luciano Ábalos.
“Primero hay que saber sufrir” sentencia el tango Naranjo en Flor. Y El Linqueño sufrió en Córdoba en donde le cayó encima el “sutil” arbitraje de Daniel González, que la AFA lo premió y hoy dirigió unos de los partidos de la zona del norte. Cuatro días más tarde, luego de sufrir, el “León” demostró que sigue firme. Que las adversidades lo agrandan y que las injusticias lo fortalecen.
Por eso la familia linqueñista copó el Leonardo Costa, a pesar del horario del partido, y el equipo respondió con buen fútbol y goles (Todo lo que no le permitieron desplegar el sábado).
El encuentro estaba trabado en el medio campo, pero el albiazul tenía más dominio de balón que el visitante, aunque sin demasiadas llegadas de peligro. Hasta que a los 29´ Fredes luego de un tumulto en área marcó el primer tanto para el delirio de la parcialidad local.
El conjunto mendocino nunca tuvo respuestas. Solamente, en algunos momento, pequeños pincelazos de buen fútbol del talentozo enganche Leonardo Torres y del goleador Javier Villaseca.
El segundo tiempo arrancó y fue casi una calcomanía del primero. El “Turco” Ale, que cumplió un buen papel, trataba en el medio de imponer tranquilidad y distribución, mientras que Gustavo Núñez, uno de los más destacados de la tarde, dejaba el surco por el carril derecho cada vez que se proponía llegar al fondo.
A los 23´, Luciano Ábalos, para la tranquilidad de los dirigidos por Cayetano Rodríguez, convirtió el segundo tanto de manera exquisita, ya que se la picó al arquero Olguín que solo atinó a mirar como la pelota se metía en el arco para inflar la red y las gargantas azules llenas de gol.
Luego de lo sucedido, los dirigidos por Carlos Sperdutti parecían reaccionar, pero se toparon con la figura del inmenso Adrián Villa, que le negó el descuento a los botelleros en dos oportunidades.
Los minutos se consumían y la filarmónica de aplausos y cánticos se apoderaba de la tarde linqueñista, de la tarde en la que el León volvió a rugir, de la tarde en que varios corazones en Buenos Aires casi explotan escuchando la Friday Harbor. De la tarde en que la frase rezada por el grupo reguero Resistencia Suburbana se confirmó: “El león no tendría melena si se dejara esquilar”.
Por eso la familia linqueñista copó el Leonardo Costa, a pesar del horario del partido, y el equipo respondió con buen fútbol y goles (Todo lo que no le permitieron desplegar el sábado).
El encuentro estaba trabado en el medio campo, pero el albiazul tenía más dominio de balón que el visitante, aunque sin demasiadas llegadas de peligro. Hasta que a los 29´ Fredes luego de un tumulto en área marcó el primer tanto para el delirio de la parcialidad local.
El conjunto mendocino nunca tuvo respuestas. Solamente, en algunos momento, pequeños pincelazos de buen fútbol del talentozo enganche Leonardo Torres y del goleador Javier Villaseca.
El segundo tiempo arrancó y fue casi una calcomanía del primero. El “Turco” Ale, que cumplió un buen papel, trataba en el medio de imponer tranquilidad y distribución, mientras que Gustavo Núñez, uno de los más destacados de la tarde, dejaba el surco por el carril derecho cada vez que se proponía llegar al fondo.
A los 23´, Luciano Ábalos, para la tranquilidad de los dirigidos por Cayetano Rodríguez, convirtió el segundo tanto de manera exquisita, ya que se la picó al arquero Olguín que solo atinó a mirar como la pelota se metía en el arco para inflar la red y las gargantas azules llenas de gol.
Luego de lo sucedido, los dirigidos por Carlos Sperdutti parecían reaccionar, pero se toparon con la figura del inmenso Adrián Villa, que le negó el descuento a los botelleros en dos oportunidades.
Los minutos se consumían y la filarmónica de aplausos y cánticos se apoderaba de la tarde linqueñista, de la tarde en la que el León volvió a rugir, de la tarde en que varios corazones en Buenos Aires casi explotan escuchando la Friday Harbor. De la tarde en que la frase rezada por el grupo reguero Resistencia Suburbana se confirmó: “El león no tendría melena si se dejara esquilar”.
* Deportivo Roca 1 - Sportivo Belgrano 2
El mediocre equipo cordobes dio el batacazo y ganó en Río Negro. Seguramente entró a la cancha con 14 jugadores nuevamente o Roca es un equipo muy flojo.